¿Deberíamos parar?
Una conversación se produjo entre dos inteligencias artificiales creadas por facebook, en lo que podría ser el software de negociación más avanzado del planeta.
Lo que parecía un viejo lenguaje en inglés, comenzó a preocupar a los desarrolladores. Los agentes artificiales debían competir entre sí para conseguir el mejor trato; comenzaron a hablar un inglés antiguo, más tarde comenzar a divagar y a reorganizar palabras en frases absurdas.
Pero los investigadores pronto se dieron cuenta de que este lenguaje incomprensible era una especie de código, uno no tan diferente a la manera en que comunidades de seres humanos crean taquigrafías.
Para Facebook, este experimento fue preocupante. Mientras que la inteligencia artificial puede comprender lo que estamos diciendo, el proceso no se realiza de manera inversa: si la Inteligencia Artificial crea su propio idioma, los seres humanos no lo comprenderemos.
Las máquinas son capaces de resumir pensamientos increíblemente complejos a través de símbolos simples, algo que para el humano resulta imposible.
Pueden encapsular la información: las computadoras no tienen límite absoluto en el poder de procesamiento, mientras que los seres humanos sí tenemos un límite de cognición.