Este proceso natural ha sido estudiado desde 1729
Como cada año, el día de hoy se ha otorgado el premio Nobel de Medicina, en esta ocasión fue para los científicos estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young los cuales han sido reconocidos por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo cardiaco.
Gracias a su investigación, hoy podemos afirmar que los seres vivos portamos un reloj interno sincronizado con las vueltas de 24 horas que da el planeta Tierra. Fenómenos biológicos, como el sueño ocurren rítmicamente alrededor de la misma hora del día, esto gracias a un reloj interior.
Su existencia fue sugerida hace siglos, por el astrónomo francés Jean-Jacques d’Ortous que observó a las plantas mimosas cuyas hojas se abren durante el día hacia la luz del Sol y se cierran al atardecer.
Los científicos premiados, utilizaron moscas para aislar el gen asociado con el control de ritmo biológico normal. Posteriormente, revelaron que este gen y otros se autorregulan a través de sus propias proteínas generando procesos sincronizados con las 24 horas del día.
La comunidad científica ha reconocido la importancia de este mecanismo en la salud humana. Este reloj, recién descubierto está implicado en la regulación del sueño, la liberación de hormonas, el comportamiento alimentario e incluso en la presión sanguínea y la temperatura corporal.