Valentía, confianza y vencer estereotipos para ser uno mismo
Como cada año, este sábado 23 de junio, miles de personas se unirán para celebrar los derechos de la comunidad LGBT+.
Una marea arcoíris caminará desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo de la Ciudad de México. La cita es a las 10 de la mañana y se dará inicio a las 12.
La Marcha del Orgullo Gay 2018 (número 40) es un evento con el objetivo de hacer visible a una comunidad que, a través de la historia, ha sido discriminada. Actualmente, no sólo se exigen leyes a nivel constitucional, sino que también se quiere impulsar un cambio cultural por parte de la sociedad.
¿Por qué se sienten orgullosos los que marchan este día?
No sólo se trata de un día de fiesta y algarabía, características propias de una comunidad que se destaca por su alegría y amor a la vida. (Y es que sí toda tu vida se la han pasado diciéndote que deberías de ser de algún modo, pero no te sentías así, cuando por fin te aceptas a ti mismo ¿no es el momento perfecto para celebrarlo?).
También se trata de un día de reflexión, lucha y una manera de hacerse visible ante la discriminación que aún existe. Tan sólo de 2016 a 2014, 202 personas de la comunidad LGBT+ fueron asesinadas por su orientación sexual, identidad o expresión de género.
Así que nosotros creemos que sí hay muchos motivos para sentirse orgullosos al marchar, no sólo se trata de una fiesta, en casi todos los casos en un acto de valentía.
Nosotros te contamos 5 motivos por los que sienten orgullos la comunidad LGBT+:
1. La primera vez que salieron a marchar
Impulsados por los movimientos de países como Estados Unidos; uno de los primeros motivos para salir a la calle fue el despido de un empleado “por tener una conducta homosexual” en una tienda departamental.
Sólo 30 personas marcharon por primera vez en 1979, cuando se realizó la primer marcha del orgullo homosexual, que pretendía hacer un llamado para erradicar la violencia de la policía.
2. Los derechos que han alcanzado
Gracias a las marchas y al trabajo incansable se ha logrado que las leyes del país no criminalice, proteja y les de reconocimiento a la comunidad.
En 2003 la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación prohibió la discriminación laboral por orientación sexual, un año después se modificó para eliminar cualquier tipo de violencia por asumir públicamente las “preferencias sexuales” y desde 2014 de prohíbe la incitación al odio y a la violencia.
Sólo hasta 2012, la Secretaría de Salud de México levantó la prohibición a los hombres homosexuales y bisexuales de donar sangre.
Durante 2015 en los Estados de Ciudad de México, Quintana Roo y Coahuila se legalizan los matrimonios entre personas del mismo sexo y se les permite gozar de seguridad social, vivienda y adopción de menores.
En cuanto a las personas transexuales y transgénero en 2015 entró en vigor una modificación al Código Civil de la CDMX gracias al cual ahora pueden tramitar su cambio de género. Y en 2018 la Organización Mundial de la Salud retira la transexualidad de la lista de enfermedades mentales.
3. Vencer el estigma
El avance de las leyes sólo es la mitad del trabajo. A menudo, el verdadero reto está en cambiar la cultura de la sociedad.
Poco a poco se van dando espacio para que las personas LGBT+ puedan vivir en un entorno más seguro y que no sufran discriminación. Desde lugares para vacaciones LGBT Friendly o eventos como la Marcha del Orgullo Gay hasta películas, música y canales de YouTube van generando una cultura más tolerante y empática.
4. Vivir a plenitud
La Marcha del Orgullo Gay también es un espacio en que personas de otras regiones del país vienen a ser ellos mismos.
Es importante apuntar que no sólo existe la marcha en CDMX, sino que también se celebran en varios estados de México como Monterrey y Guadalajara.
En la mayoría de ocasiones este tipo de espacios son los únicos donde un asistente puede sentirse orgulloso de lo que es.
5. La lucha no termina aquí
Aunque parezca que hoy en día una marcha ya no es necesaria. Podría decirse todo lo contrario. Debemos recordar que las personas que luchan por eliminar la discriminación y luchan por más leyes y espacios, celebran un día y trabajan los 364; así que celebrar es una parte importante de esta lucha que nunca se va a terminar.