El pedazo de hielo pesa alrededor de un trillón de toneladas
Los científicos y el público general han puesto atención en la crisis que ha desatado el desprendimiento de un monumental iceberg en la península antártica, que ahora flota sobre el mar de Weddell.
El gran pedazo de hielo mide el equivalente a un país pequeño y se separó de la plataforma de hielo llamada Larsen C; cientificos han pasado meses monitoreando su comportamiento, pero un reciente aumento de la fisuración provocó su desprendimiento.
Pero los peligros reales no terminan con ese suceso; en realidad apenas comienzan.
El iceberg, que se estima pesa alrededor de un trillón de toneladas, ahora flota suelto en el océano y es un peligro potencial para la industria naval. Es difícil saber cómo se comportará el trozo de hielo -si permanecerá en una sola pieza o se romperá en pequeños pedazos potencialmente más peligrosos- o hacia dónde irá.
Si el hielo se dirige hacia el norte a aguas más cálidas, su fusión será más probable y rápida, pero si se descompone en trozos más pequeños, podría crear una situación muy peligrosa para los buques comerciales, así como para expediciones alrededor de la península antártica.
Esto fenómeno no es el primero en suceder, desde 1975 a 2007 se han separado y reubicado más de 19 mil kilómetros cuadrados de hielo y todo indica que seguirá sucediendo.
Tal parece que los terrenos de la región están redibujándose y cambiando con mucha regularidad.