La falta de acciones inmediatas es preocupante
Ni con la petición que realizó el actor Leonardo DiCaprio al presidente Enrique Peña Nieto hace menos de un mes pudieron concretarse acciones para que la vaquita marina deje de estar en riesgo de extinción.
El día de ayer se terminó la veda en la pesca comercial del Alto Golfo de California que pretendía salvaguardar la vida de esta especie. Únicamente quedan 30 ejemplares de vaquita marina en el mundo: desde hace 5 años ha desaparecido el 90 por ciento de los ejemplares sobrevivientes; el número pasó dramáticamente de 200 especies a sólo 30.
La causa más común de la desaparición de la especie es el uso de redes de enmalle que utilizan los pescadores ilegales para pescar al totoaba (otra especie en extinción), donde las vaquitas se atoran y después mueren.
Algunas de las recomendaciones para cuidar a la especie incluyen: la prohibición permanente de este tipo redes, una estrategia integral para la recuperación de su población y el uso de técnicas de pesca alternativas y que no dañen a las especies marinas.
Asociaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) reclaman la falta de acciones concretas para la conservación de esta especie. Si no se hace algo ahora, es posible que nos despidamos del último ejemplar de esta especie al final de este año.