La amenaza es real: descubre qué puedes hacer frente a esta situación
Kai-Fu Lee es presidente del Instituto de Inteligencia Artificial de Sinovation Ventures, una firma de capital de riesgo. En un artículo para el periódico New York Times escribe sobre los retos que enfrenta la humanidad con la llegada inminente de la Inteligencia Artificial al sector laboral.
A continuación te presentamos los puntos más importantes de su reflexión.
Para Lee la amenaza más tangible producto de la Inteligencia Artificial se aleja totalmente del concepto de ciencia ficción que nos han presentado las películas en muchas ocasiones. “Las personas también se preguntan si, en vez de que nosotros controlemos la inteligencia artificial, ésta nos controlará a nosotros y nos convertirá, en efecto, en cyborgs”.
Este temor resulta en mucho niveles imposible, y si llegará a suceder tomaría aún cientos de años. Sin embargo, no descarta que los peligros de esta tecnología no sean reales y estén presentes, pero nos invita a cambiar la dirección de nuestro temor.
“Los productos de inteligencia artificial que existen en la actualidad están mejorando más rápido de lo que la mayoría de las personas sabe, y prometen transformar de manera radical nuestro mundo, no siempre para bien… Darán una nueva forma al significado del trabajo y a cómo se genera la riqueza, y esto producirá desigualdades económicas sin precedentes e incluso alterará el equilibrio mundial del poder”.
De acuerdo a lo que menciona, la inteligencia artificial será capaz de eliminar muchos trabajos a medida que perfeccione su funcionamiento. Puestos como cajeros de bancos, atención al cliente, televendedores, choferes, repartidores a domicilio dejarán de existir.
Sin embargo, grandes monopolios tecnológicos y de servicios se beneficiarán con esta innovación. Empresas como Uber o Apple podrán prescindir de empleados y aumentar sus ingresos con el uso de autos autónomos o robots inteligentes que fabriquen sus productos.
Frente al panorama desolador, Lee nos ofrece algunas soluciones:
“Parte de la respuesta involucrará educar y volver a capacitar a las personas en las tareas en las que no destaquen las herramientas con inteligencia artificial. Esta tecnología no se adapta bien a trabajos que involucren creatividad, planeación y pensamiento interdisciplinario”.
“O trabajos con salarios bajos que involucran ’habilidades de don gente’, las cuales no tiene la inteligencia artificial: trabajadores sociales, barmans, conserjes, profesiones que requieran interacción humana matizada”.
También sugiere una nueva forma de trabajo llamada “trabajos de servicio de amor”. Algunos ejemplos serían: compañía para adultos mayores, orientación en orfanatos o padrino en Alcohólicos Anónimos. “En otras palabras, los trabajos de servicio voluntario de la actualidad podrían ser trabajos reales del futuro”.
El especialista concluye su ensayo con la necesidad de pensar cómo minimizar la brecha que abrirá la inteligencia artificial entre los que la poseerán (grandes empresas) y los que no (trabajadores promedio). Algo similar a lo que ya augura Jack Ma, el hombre más rico de China.