Sólo le sumó más drama al misterio
Las afirmaciones que decían que el manuscrito imposible de leer y más misterioso del mundo, el Códice Voynich, han resultado ser sólo ilusiones.
El Códice tiene 600 años y está escrito en un lenguaje que nadie puede leer y está lleno de diagramas que tampoco se han podido descifrar. Es por eso que cuando se creyó que había sido leído por una inteligencia artificial, las personas perdieron la cabeza.
Pero no fue así. Según expertos, el manuscrito sigue siendo tan inescrutable como siempre.
La investigación que generó la idea equivocada viene de un programa llamado “Decodificación de textos con anagramas escritos en un lenguaje y guión desconocidos”. Fue publicado en 2016, y presentado en una conferencia el año pasado y retomado por periodistas a finales de este mes.
En él, el profesor de informática Greg Kondrak y el estudiante de posgrado Bradley Hauer describen un método para encontrar el idioma de origen de los textos cifrados.
La herramienta creada por estos científicos, hace lo que muchas otras con bases criptológicas tienen como principio: computar cualidades del texto, como por ejemplo, con qué frecuencia aparecen cada letra y cada combinación de letras; con esto se crea una huella estadística para compararse con otros idiomas.