La medicina no deja de sorprendernos
Desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades es todo un reto para los científicos. A menudo, la medicina recién desarrollada no funcionan de la manera que se pretendía, no cumple con las expectativas y lleva a los doctores en múltiples ocasiones a callejones sin salida.
Pero otras veces, un medicamento para un propósito resulta ser incluso más efectivo para tratar algo completamente diferente. Eso parece ser exactamente lo que está sucediendo con una nueva clase de fármaco desarrollado originalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero se ha demostrado que tiene un beneficio drástico en ratones usados para estudiar el Alzheimer.
Los nuevos medicamentos, que se clasifican como “triple agonista” (porque funcionan de tres maneras), se probaron en ratones que se desarrollaron para estudiar genes relacionados con el Alzheimer. Los animales ya exhibían muchos de los síntomas asociados con la enfermedad, incluida la falta de memoria y la dificultad para aprender, pero mostraron una mejora dramática en la función cerebral después de recibir el tratamiento.
Según el estudio, se cree que el tratamiento de triple acción actúa contra la enfermedad al proteger las células nerviosas, reduciendo las placas amiloides en el cerebro (que se han relacionado con el Alzheimer) y minimizando la inflamación, a la vez que también ralentiza la degradación de las células nerviosas. Los ratones que recibieron tratamiento mostraron una mejora significativa en el aprendizaje y en la formación de la memoria.
Descubrir un nuevo tratamiento potencial para una enfermedad devastadora como el Alzheimer es una noticia fantástica, pero el hecho de que el medicamento inicialmente se destinará a tratar la diabetes tipo 2 no es solo una coincidencia. La diabetes tipo 2 se ha relacionado con el Alzheimer en el pasado, y las dos a menudo van de la mano en personas mayores. “La desensibilización de la insulina también se ha observado en el cerebro personas que sufren Alzheimer”, explican los investigadores en un comunicado de prensa.
La investigación está encabezada por el profesor Christian Holscher y la investigación fue publicada en el portal Brain Research. Y aunque el tratamiento aún no ha sido aprobado para pacientes humanos, y solo se ha demostrado en estos primeros ensayos con ratones, es un avance gigante y que llena de esperanza.