Te contamos 3 razones para ir corriendo por un modelo como este
Cuando hablamos de avances tecnológicos, una de las historias que más nos sorprende es la de los televisores. Hemos recorrido mucho desde 1927, cuando en Inglaterra se hacía la primera transmisión televisiva. Hoy por hoy, esos gigantescos y pesados modelos de la televisión sólo son sombra y recuerdo de un presente moderno cada vez más ligero.
Haciendo una evaluación del pasado y del presente, las televisiones siempre han tenido algo en común: el color y la búsqueda de una mejor experiencia. Desde siempre el objetivo primordial ha sido imitar a la realidad, que el sonido y la imagen sean lo más parecido a estar viviendo lo que vemos.
Uno de los avances más significativos, ha sido la incorporación de las pantallas curvas. Presentadas por primera vez en 2013, acompañadas por las primeras tecnologías Full HD; unos años más tarde la empresa líder en televisores, Samsung, inundaba el mercado con este diseño y actualmente es casi imposible que los modelos de cualquier marca no cuenten con una pantalla curva.
Con el paso del tiempo, se ha hablado de las ventajas y desventajas de este diseño. De igual manera, lo que funcionaba cuatro años atrás se ha transformado y se han agregado nuevos sistemas y resoluciones que nos hacen preguntarnos: ¿las pantallas curvas siguen siendo la mejor opción?
Para nosotros la respuesta es sí y a continuación te damos tres razones:
1 Diseño único
Lejos quedaron las épocas donde la sala de estar giraba en torno a donde cabía (o no) el televisor. Los modelos más recientes son minimalistas y se empotran a la pared, ocupando muy poco espacio. En este caso, las pantallas curvas se adaptan al modo de vida actual, donde encajar en cualquier espacio es clave para el usuario; además de verse moderna y estética.
2 La imagen es primero
Como se mencionó en el punto anterior, las pantallas curvas son ideales para soportar nuevas tecnologías que mejoran la calidad de imagen, ideales para seguir usándose.
Te recomendamos modelos como la QLED TV, la última tecnología en televisores. No crea reflejos laterales, elimina la distorsión de imagen y no produce desgaste burn-in (del que sufren casi todas pantallas) por efectos acumulativos causados por mostrar la misma imagen o escena por largos periodos de tiempo.
3 Experiencia como en ningún otro televisor
Las pantallas curvas se ven (y disfrutan) diferente que otras. La distancia entre nuestros ojos y el televisor crea un campo de distancia mayor, provocando un efecto de inmersión como ningún otro. Funciona de mejor manera en modelos de grandes dimensiones, al posicionarla en un punto central, el efecto de estar en el cine estará al alcance, sin tener que salir de casa.
Ahora ya sabes, si estabas considerando adquirir una televisión este año, un modelo con pantalla curva es la mejor opción gracias a su diseño moderno, capacidad de soportar nuevas tecnologías y experiencia de visualización increíble.